El reporte demuestra que, en condiciones de buen funcionamiento de la chimenea, solo el 5% de los gases emitidos quedan en la cocina (es decir 95% se van por la chimenea), y que, en estas condiciones, la contaminación en las cocinas cumple con la norma interina del WHO. Es decir, estas estufas se pueden considerar LIMPIAS y brindan beneficios tangibles a la salud de los usuarios.

Su desarrollo con la producción de bioetanol, en México se ha hecho investigación suficiente para pasar de los laboratorios a las pruebas piloto.
El investigador detalló que con el establecimiento de la red hace ocho meses a través de una convocatoria de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se espera tener un balance del sector, además de impulsar su desarrollo.